“El cuarto de Juan”, un programa para el recuerdo
Un comentario sobre lo que significó un fugaz programa en medio del declive político.
"Lamentamos profundamente interrumpir este reel, para informarle que lo que viene a continuación puede atentar seriamente su salud mental..."
Para muchos jóvenes será extraño escuchar el nombre “El 4to de Juan”, más aún tratar de discernir de dónde proviene el nombre, y quizás aún más extraño decirles que alguna vez ocupó un espacio en televisión nacional.
Carlín y Naters tuvieron la genialidad de elaborar los sketch con letras pegadizas, coloridas y peculiares. Su crítica al régimen era necesaria, pero “El Cuarto de Juan” no solo se quedaba en eso, sino, iba más allá. Se atrevía incluso a cuestionar a la televisión de la cual era parte. Bosquejaba a una sociedad acostumbrada a consumir programas denigrantes. Habían dado en el clavo.
No podríamos calcular exactamente la aceptación popular que obtuvo el programa durante sus dos meses de salida al aire. “El Cuarto de Juan” logró combinar lo absurdo y lo coherente en los 13 capítulos que se pudieron grabar.
Por un lado, veíamos una mezcla de entrevistas absurdas, y por otro, siendo usadas para explicar a la sociedad lo torpe que es mantenerlos al aire. Una imagen de Beto Ortiz a punto de ser operado causaría espasmos en nuestra sociedad actual.
Pero su sátira tocó techo, un techo tejido por la corrupción. “El Cuarto de Juan” fue sacado como cualquier otro que incomodaba a Fujimori-Montesinos, y a pesar que al principio no eran tan cargosos, el régimen reaccionó justo cuando el programa obtenía su primera audiencia que oscilaba entre 15 a 16 puntos de rating.
No pensaría que un programa similar podría tener ‘pegada’ al día de hoy, sin embargo, sí que gozaría una significativa audiencia seguidora de la sátira y el humor aplicado en la política.