Seguro que Patacláun no necesita ser presentado. Sus coloridos escenarios y el humor sarcástico en su contenido marcaron un hito en la televisión peruana. Sin embargo, no fue el único.

Internet ha despertado episodios que muchas veces pasan desapercibidos en la inmediatez televisiva. Un vlog de Juan Carlos Burneo en el que entrevista a Carlos Carlín sobre varios aspectos de su vida, incluida su participación en televisión, reveló -para muchos- una particular producción en la que Carlín prestó de su ingenio y carisma noventero. 

Recién salido de las grabaciones de las telenovelas “Los de arriba y los de abajo” (1994), “Los unos y los otros” (1995), “Tribus de la Calle” (1996) y la colorida serie que lo impulsó en la comicidad, Patacláun (1997-1999); Carlín, junto a su mejor amigo Lorenzo Castro, decidieron probar suerte como productores creativos de un programa que inicialmente consistiría en un magacín informativo ‘tranquilo’.

Con el proyecto foliado bajo el brazo, visitaron varias casas televisivas a la espera que algún productor decida tomar la idea y hacerla andar. Tuvo suerte con el entonces productor de MagalyTV, Ney Guerrero, quien le ofreció el horario del medio día. Carlín y Castro decidieron no aceptar la propuesta y continuar su búsqueda.

Finalmente, el Canal 2 (entonces ‘Frecuencia Latina’) decidió tomar el proyecto bajo la única condición que sea July Naters, productora de Patacláun, quien produzca “El cuarto de Juan”. Carlín ya había trabajado con Naters, así que por su parte estaba dispuesto a aceptar la condición. Lorenzo Castro, por su parte, decidió seguir la idea experimentada de su compañero.

Es entonces cómo la “idea un programa donde estás reunido con tus patas, en un cuarto, conversas y te relajas” , terminó siendo una mezcla del programa argentino “Caiga Quien Caiga” (1995), producido por el aclamado productor Mario Pergolin, y Pataclaún, de July Naters. El escenario inicial de una habitación y dos chicos, terminó siendo un set de televisión con tres conductores: Carlos Carlín, Lorenzo Castro y una joven Saskia Bernaola; con notas periodísticas cargadas de sátira y humor, además de cortos críticos de la coyuntura noventera.

Con la admirable producción de July Naters, las coloridas escenografías de Pierre Linares, las voces en off de Johanna San Miguel y Wendy Ramos, la pícara redacción de Carlos Carlín y la brillante actuación de Saskia Bernaola junto a Lorenzo Castro, el programa comenzó a rodarse. Fueron en total 13 programas grabados.

Para el primer programa, Frecuencia Latina separó el horario de las 10:30 de la noche, tomando en cuenta que el programa estaba dirigido para jóvenes y adultos. De los 13 capítulos, según Carlín,  solo se transmitieron 6 u 8 programas.

Luego de dos meses de la primera transmisión del programa, Tano Ibarra, gerente comercial del canal, arguyó que la falta de auspiciadores y la caída en el rating significaría el fin del programa.

Pero, ¿de qué se trataba “El cuarto de Juan”? ¿por qué duró tan poco? ¿cuál fue el verdadero motivo de su salida?

EL 4TO DE JUAN


El cuarto de Juan” o “El 4to de Juan” fue un programa preparado exclusivamente para la crítica satírica de la coyuntura política. En pleno fujimorato, los canales de televisión eran fuertemente cuestionados por voltear ante los casos de corrupción del régimen fujimorista. Se decía que no había crítica en televisión y que más bien servían para limpiar el rostro de muchos funcionarios cuestionados (La década de la antipolítica – IEP, Ivan Degregory).

Para ello, “El cuarto de Juan”, según Carlín, calzaba perfectamente en el ‘programa crítico del régimen’ que cambiaría el concepto de Frecuencia Latina ante la opinión pública.

El reel preparado para el programa parece haber sido inspirado en el videoclip “Witch Doctor”, de la banda de eurodance “Cartoons DK” para su álbum Toonage, que además fue la inspiración para la canción introductoria a Pataclaun.


Este iniciaba con Carlín disfrazado de presentador tras una pantalla verde fuera del aire. “Lamentamos profundamente interrumpir este reel, para informarle que lo que viene a continuación puede atentar seriamente su salud mental”, decía el actor con una notoria exageración de las muecas. “O sea, puede volverte tonto, opa, mongo, cacaseno… jaja”, agregaba Carlín en una muestra del rompimiento de la formalidad del comunicado. “Clack!’”, culminaba simulando el sonido de un botón del control remoto.

Paso siguiente, varios pedazos del contenido de los programas se reproducían al son de una parodia de “La Feria de Cepillín”, de Yola Polastri. Durante el coro, los intérpretes mencionan: “la violó, la escupió, al vecino estranguló”. Agregan, “miran miran los niñitos, ríe ríe el papá”. 

Hay que interpretar el reel para entender lo que prometía el programa. La interrupción de la programación que hace Carlín se da un segundo después que Saskia Bernaola hace un gesto de sorpresa al encontrar la cara de Alberto Fujimori en su recorrido por los paraderos. El hecho ya era polémico. La sola mención peyorativa de Fujimori en televisión nacional supondría una sanción gubernamental a los canales afines al régimen.

La exageración de Carlín es una muestra clara de la sátira que dominó los siguientes programas. Una burla a los cortes de programa que se daban durante la época, principalmente a los programas que no simpatizaban con el fujimorismo.

Luego, el coro hace un bosquejo satírico de la televisión de aquella época. Transmitir contenido ‘fuerte’ para nuestra época era tan normalizado que incluso se hacían shows de estos (‘Hablemos claro’ – 1998, con Monica Chang, era una muestra de ello). La frase “miran miran los niñitos, ríe ríe el papá” deja un agrio sabor de la tolerancia del televidente noventero frente al agresivo contenido de aquella televisión. “El 4to de Juan” prometía ser peor que estos. 

Con una suerte de ‘ingeniería inversa’, equivalente a un melcochezco ‘no lo vean’ de nuestras épocas, “El 4to de Juan” advertía del fuerte contenido que se transmitiría a partir de un lunes a las 10:30 de la noche, horario en el que la mayor cantidad de adultos mantendría el control en la mano.

En una entrevista para el programa digital “Conversa Pal´ Café”, conducido por Stephanie Orúe, la integrante del programa, Saskia Bernaola, cuenta que los programas salían a medida que cambiaba la coyuntura. Es decir, “si no respetaba la constitución, hacíamos un sketch con la cosa actual”.

CONSTITUCIÓN WANTAN YUCA FINGER FUNNY

Muestra de ello es el capítulo “Constitución Wantan Yuca Finger Funny”, un sketch donde Lorenzo Castro introduce al tema refiriendo cómo surge la Constitución de 1993. Le sigue Carlín, llamado al hecho como “una fiebre de constituciones”.


Lo que sucedía durante la época era que ni el mismo gestor de la Constitución, Alberto Fujimori, respetaba la constitución. Entonces, el programa decide elaborar una “nueva constitución” para que los funcionarios puedan hacer ‘lo que se le dé la gana’.

“Con ella tú puedes cambiar un artículo, desaparecer un ítem, tachar un capítulo… en fin, lo que te de tu gana”, decía Carlín seguido de un video en el que el actor, literalmente, hace con el libro constituyente lo que se le da gana.

“¿Tienes un congreso que no te deja trabajar? ¡Disuélvelo!”, dice el actor, seguido de la explícita respuesta que con un disolvente llamado “rapid cracker mother fuck*r” (un virtual accesorio de la Constitución “Wantan Yuca Finger Funny”) puede hacerlo. Era una obvia referencia al autogolpe de 1992.

A este le sigue un fragmento que posiblemente hizo que Vladimiro Montesinos frunciera las cejas. “¿Tienes a un vecino que quieres torutar? ¡Hazlo!”, decía el vendedor de esta constitución señalando que solo necesita eliminar el capítulo de derechos humanos con un gel llamado “Vladi fuji fuji vladi”.

entrevista satírica

Además, “el 4to de Juan” tenía segmentos de entrevistas en las que visitaban a algunos famosos de la tv noventera y les preguntaban distintas cosas entretenidas, algunas irrelevantes, pero siempre con un mensaje de crítica al gobierno. 

Uno de ellos es la entrevista a Magaly Medina. En uno de los programas, Carlín como corresponsal periodístico, visita a Magaly Medina para hacerle una entrevista.

En un momento del programa, Carlín le pregunta “¿te han amenazado alguna vez?”, en alusión al contenido sobre espectáculos de su programa. Sin embargo, más adelante comenta “pero yo te he escuchado hablar con mucha crítica del Chino (Fujimori), nuestro presidente con mucho cariño y mucho respeto, de parte de nosotros…”, ante ello la conductora pone un gesto claramente de sorpresa. “Parece que estás llamando a la insurrección de los jóvenes”, responde Medina. Dejando claras las intenciones, Carlín responde “no, eso no pasa, si todo está bien en el Perú”.

Para poner en contexto, hasta 1999, año que se produjo la entrevista, Magaly Medina no era para nada molesta al gobierno, lo dicho por Carlín era sarcasmo puro y duro de “El 4to de Juan”.

Un año más tarde, Medina mostró en televisión el caso conocido como el de las “Prostivedettes”, en el que mediante videos grabados de forma oculta, la conductora decía comprobar que Mónica Adaro y Martha Chávez (“Yesabella”), vedettes de la época, se dedicaban a la prostitución. Mpas tarde, Beto Ortiz confirmó en un interrogatorio judicial que Miguel Salas, agente del SIN, entregó al programa de Medina los videos ocultos. De este modo, el régimen buscaba crear una cortina de humo ante las acusaciones de corrupción en su contra.

sin audiencia, sin auspiciadores

Pero la incomodidad al régimen empezó a trasgredir programa. Cuenta Carlín que el hostigamiento empezó con el cambio repentino de horario. Quizás en un intento de confundir a su audiencia y evitar que sigan el programa. También, sin explicación, los programas eran editados arbitrariamente. Había cambios en el guión del programa que eran tan evidentes que la producción comenzó a tomarlo como una represalia del canal. 

El cuarto de Juan” correría la misma suerte de todo programa que se atrevía a criticar al gobierno. Habían excedido la crítica y ello supuso una llamada de atención del entonces Gerente Comercial de Frecuencia Latina, Tano Ibarra.

Carlín cuenta que Ibarra lo llamó a su oficina y mediante una frase le resumió lo que estaba pasando. “Al niño que le jala y jala el saco al papá, tarde o temprano le va a caer un cocacho’”, le dijo Ibarra en alusión a la incomodidad que empezaba a generar el programa en ‘papá’, el gobierno. También le propuso que cambie la temática del programa a uno más amical como el de “Fin de semana”, conducido por Sofía Franco y Lalo Mercado.

Ni Carlín, ni Castro, ni Saskia ni Naters aceptaron las ‘recomendaciones’. Entonces continuaron con la grabación del programa hasta que una predecible noticia llegó a su set de grabación: el programa no va más.

Dos meses al aire fueron suficientes para que el régimen, a través de sus influencias, retiraran el programa. La excusa de la falta de auspiciadores y el bajo rating no convenció en absoluto a sus realizadores: fueron censurados. Su primer programa de las 10:30 de la noche obtuvo 16.5 puntos de rating, no era excusa. El cambio de horario repentino los dejaba sin posibilidad de audiencia, es decir, sin posibilidad de auspiciadores.

Sin culminar sus 13 capítulos, el régimen fujimorista hizo “clack” a “El Cuarto de Juan”. Saskia Bernaola continuó con su carrera actoral, Lorenzo Castro viajó a Europa para perfilar su carrera como comunicador, Carlín continuó junto a Naters con Patacláun, y todo el grupo se desintegró.


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Columna "El anacrónico programa 'El 4to de Juan'"

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